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RAZONES PARA SER VEGETARIANO

RAZONES PARA SER VEGETARIANO

Hoy en día, se está produciendo un auge increíble hacia el vegetarianismo y el veganismo, lo que supone un gran contraste con los tipos de alimentación que se basan principalmente en el consumo de alimentos de origen animal y que están centrados en las proteínas y en las grasas saturadas.


Cada vez son más las personas, que por diversas razones, comienzan a regular el consumo de carne en sus dietas

El consumo de carne es una opción tan respetable como cualquier otra, siempre y cuando se haga de una forma adecuada y respetuosa con el entorno y con el medioambiente; no obstante, en la sociedad actual, la industria cárnica promueve un consumo indiscriminado, abusivo e insostenible.

Los animales son un bien preciado en nuestro planeta y debemos respetarlos.

Aunque, como acabamos de indicar, consumir carne es una alternativa más por la que una persona puede optar libremente, desde Solnaturaleza te planteamos cinco razones principales, que, en nuestra humilde opinión deberían bastar para ser vegetariano:

ES MÁS SALUDABLE

Nuestro organismo es más compatible con una alimentación vegetariana, por lo que digiere y absorbe con mayor facilidad y efectividad este tipo de alimentos. Esto quiere decir que, al asimilarse mejor, se generan menos residuos tóxicos, lo que a larga derivará en una mejor salud y una mayor fortaleza de nuestro organismo para prevenir y combatir enfermedades.

ES MÁS EQUILIBRADO EN EL APORTE DE NUTRIENTES

Los alimentos de origen vegetal son más variados y sus nutrientes se asimilan mejor por parte de nuestras células. En el mundo vegetal, vamos a encontrar el 100% de los nutrientes que necesita nuestro organismo.

Hay que recordar que cuando comemos, la función del alimento no es llenar nuestro estómago, su función es nutrir nuestras células; por eso, no es lo mismo alimentarse que nutrirse.

ES MÁS ACORDE A NUESTRA BIOLOGÍA

Otra razón por la que debemos ser vegetarianos es debido a la biología.Está demostrado desde el punto de vista biológico, que el ser humano está diseñado para comer alimentos de origen vegetal. Nosotros no somos capaces de fabricar vitamina C, necesitamos conseguirla de los vegetales.

Solo tenemos que observar la estructura de nuestro cuerpo, las manos, nuestra mandíbula, nuestros dientes… nuestro estómago es menos ácido y nuestro intestino más largo que el de los carnívoros; necesitamos fibra, y si no la obtenemos, nuestro intestino se satura y se detiene. En otro artículo ya mencionábamos cómo los chinos, en la antigüedad, establecían una dieta basada únicamente en carne para los condenados a muerte, lo que provocaba que murieran por estreñimiento, intoxicados por los residuos que no expulsaban debido a la falta de fibra.

Si retrocedemos más en el tiempo, el hombre en la prehistoria era vegetariano, pero con el paso del tiempo y debido al aumento de la población, a las glaciaciones y a la escasez de alimentos, tuvo que buscar cualquier tipo de comida. Incluso en un momento de la historia, el hombre fue caníbal. Pese a ello, carecemos del instinto de matar a un animal para comérnoslo crudo; necesitamos calentarlo y prepararlo para adecuarlo a nuestra dentadura, al contrario que los carnívoros que disponen de unos grandes colmillos con los que desgarran y tragan la carne entera.

ES MÁS RESPETUOSO CON EL MEDIOAMBIENTE

Desde el punto de vista ecológico una tendencia hacia los alimentos de origen vegetal y de calidad ecológica, fomenta unas prácticas agrícolas respetuosas y censura aquellas prácticas industriales basadas en la aplicación de pesticidas y aditivos artificiales a los alimentos y que tanto daño hacen al medioambiente y a la naturaleza.

Todas las prácticas relacionadas con el ecologismo van dirigidas a la salud del planeta, para que sea saludable hoy y lo sea también mañana; mientras que las prácticas industriales están dirigidas a contaminar el planeta hoy, y que no sea natural el día de mañana.

ES MÁS CONSCIENTE DE LA IMPORTANCIA DE LA PROTECCIÓN ANIMAL

Pongamos el siguiente ejemplo: si una persona tiene una granja con animales en libertad, los trata respetuosamente, y luego los mata para comer, no suele ser objeto de censura por parte de un vegetariano. La persona que se vuelve vegetariana por amor o respeto a los animales, a lo que realmente se opone es a las prácticas atroces que se llevan a cabo actualmente en las granjas masificadas, donde explotan, maltratan y ejecutan brutalmente a los animales sin ningún tipo de respeto. Esto es intolerable. Es criminal y no hay justificación posible. Por eso, hay personas que abrazan el vegetarianismo como acto de protesta, para no contribuir a esta masacre.

Ovejas junto a un cerdo, descansando plácidamenteEs de vital importancia que comencemos a tratar a los animales con el respeto que se merecen y acabar con las atrocidades que cometemos contra ellos

Estas son solo algunas de las razones por las que alguien puede decidir hacerse vegetariano o vegano. Al final, todo se reduce a un tema de concienciación y educación. A los animales, ni siquiera los vemos, no pensamos en ellos, en su sacrificio, en lo que han tenido que pasar hasta llegar al matadero… nos ponen el trozo de carne en el plato y lo comemos sin pensar.

Pero ¿por qué se produce esta alimentación industrial? Porque hay muchísimos intereses detrás, que hacen negocio con los conservantes, los colorantes o los transgénicos, entre otros.

Diariamente sometemos a nuestro organismo a una gran cantidad de productos y elementos nocivos, que, pasando por nuestro intestino, llegan a nuestro estómago, y de ahí a nuestras células, lo que termina provocando que enfermemos y acabemos haciendo uso de los medicamentos que nos proporciona el sistema.

Como decimos, detrás de todo esto está la industria farmacéutica, que ingresa millones con la venta constante de medicamentos; unos medicamentos que no funcionan, ya que, si lo hicieran, no habría enfermos… La clave de este lucrativo negocio es sencilla: crear el problema por medio de fomentar una alimentación llena de químicos, al mismo tiempo que se ofrece una supuesta solución a las enfermedades que aparecen por llevar dicha alimentación, con los medicamentos.