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COLESTEROL

La hipertensión arterial se trata de una patología que produce un aumento de la tensión arterial de quien la padece. Pese a que es muy habitual que sus síntomas no se manifiesten hasta una edad avanzada, cada día son más las personas que conviven con ella.

Aunque hay que prestar especial atención a la hipertensión con el fin de tratarla periódicamente evitando posibles complicaciones cardiovasculares, no hay por qué alarmarse, siempre y cuando se tomen las medidas oportunas y se sigan una serie de recomendaciones. Entre otros factores, nuestro estilo de vida y hábitos alimenticios son claves para el tratamiento de la hipertensión.

Es por eso que en Solnaturaleza podemos ayudar a aquellas personas con hipertensión, mediante nuestro método de salud natural exclusivo, con el que además de formarte y asesorarte para llevar una dieta a base de alimentos que controlen la presión arterial, realizaremos un seguimiento constante de tu evolución.
Para favorecer la estabilidad de tu tensión arterial, un buen punto de partida es incluir en tu dieta los siguientes alimentos:

  • Agua: consumir diariamente la cantidad adecuada de agua, es esencial para lograr una correcta hidratación del cuerpo, al tiempo que se favorece la circulación sanguínea, de forma que la presión arterial se verá claramente reducida, beneficiando claramente no sólo la salud, si no también todo nuestro organismo.
  • Frutas y verduras frescas: gracias a su gran contenido en agua y su alto valor nutritivo, son un gran alimento para el control de nuestra presión arterial, favoreciendo también la reducción del colesterol. Otras de sus virtudes son su efecto antioxidante, el aporte de fibra y la facultad para otorgar un buen equilibrio electrolítico.
  • Aceite de oliva: gracias a su fuerte efecto atiinflamatorio en nuestro cuerpo, contribuiremos a reducir la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, que provoca el endurecimiento progresivo de nuestras arterias, dificultando el buen flujo de la sangre.
  • Frutos secos: al igual que ocurre con el aceite de oliva, el consumo de ciertos frutos secos como las almendras, los pistachos, las nueces o las avellanas también presentan una acción antiinflamatoria, conteniendo además elementos antioxidantes que ayudan a reducir el colesterol.

Si incluimos en mayor medida estos cuatro alimentos en nuestra alimentación diaria, lograremos estabilizar y controlar adecuadamente la presión arterial.


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